En el mundo de la moda el “Caso Galliano” ha sido algo así como el “Caso Kalimba”, versión
couture, pues día a día hemos seguido (al menos yo) los acontecimientos más relevantes de esta situación.
El revuelo que se ha ocasionado a partir del despido de John Galliano de la Casa Dior, abre un nuevo debate y una serie de opiniones y posturas diversas con respecto al tema. Hemos visto a diseñadores de la talla de Karl Lagerfeld hacer comentarios desaprobatorios, e incluso a la reciente ganadora del Oscar (e imagen de Miss Dior); Natalie Portman indignada por dichas afirmaciones.
Si bien, es cierto que las declaraciones de Monsieur Galliano son totalmente irrespetuosas, hirientes y antisemitas, me parece igual de horrible que alguien se aproveche del estado de ebriedad de una persona y la grabe para conseguir información que surgió de manera casual en una conversación o quizás a raíz de provocaciones, pues únicamente conocemos una parte de la conversación.
Tal vez esto suene exagerado, sin embargo creo que hoy vivimos en un mundo de tecnología, inmediatez y redes sociales en el cual nuestra imagen y privacidad puede verse "amenazada" por cualquier persona con un Smartphone, un mundo en el cual esa línea entre lo que pasa en la vida privada y la vida pública de las personas se vuelve cada vez mas fina hasta llegar a ser inexistente.
Hoy, una foto tomada desde un ángulo equívoco, o una afirmación fuera de contexto pueden dañar e incluso destruir por completo la imagen y el prestigio de una persona en cuestión de minutos.
Galliano exiting his show